Luis Vitale, un marxista latinoamericano olvidado

Luis Vitale Cometa (1927-2010).

POR MICHAEL LÖWY  Y MARCO ÁLVAREZ /

“Sigo creyendo que no se trata de crear una nueva teoría sino de integrar al materialismo histórico –sin amalgamar– los aportes del feminismo, del ecologismo subversivo, de los Pueblos Originarios (antes llamados indígenas), de los pobladores (tipo favela), de la juventud, de los de Tercera Edad (o adultos mayores), de las nuevas capas campesinas (trabajadores temporeros) y de Cristianos por la Liberación. ¿No crees que tenemos el desafío de “refundar” o reelaborar la teoría del cambio social revolucionario, complementando la teoría fundada en la segunda mitad del siglo XIX?”.

– Carta de Luis Vitale a Michael Löwy, 20 de agosto de 1994.

50 años del golpe de Estado en Chile, queremos recordar a un marxista revolucionario que sobrevivió al exterminio de la dictadura militar chilena y que durante más de un año transitó por una decena de centros de tortura. Hablamos de Luis Vitale Cometa (1927-2010), quien murió a días de cumplir 83 años y, más de dos tercios de su vida, los dedicó a la militancia política en las filas de la izquierda revolucionaria y al desarrollo del pensamiento transformador. Injustamente, la trayectoria política y producción intelectual de este marxista olvidado, protagonista de las luchas populares en la segunda mitad del siglo pasado en América Latina, no ha tenido el reconocimiento que se merece a pesar de sus significativas contribuciones al campo de la emancipación.

Luis Vitale, argentino de nacimiento, chileno por opción y latinoamericanista por convicción, mientras cursaba sus estudios doctorales en Historia en la Universidad de La Plata en los albores de la década del 50’, comienza sus primeros pasos en la militancia revolucionaria. Inspirado por la olvidada Revolución Boliviana de 1952, se incorpora a las filas del trotskismo rioplatense, formándose en la política junto a destacados militantes como Daniel “Che” Pereyra, Miliciades Peña, Hugo Blanco, Silvio Frondizi y Nahuel Moreno. Con este último, en aquellos años –y en el futuro– mantuvo acalorados debates que signan la historia del trotskismo latinoamericano. Desde aquel tiempo, fiel a la generación del comandante Ernesto Guevara, transita incansablemente el resto de su vida luchando por la segunda y definitiva independencia de América Latina.

Leer el texto completo accediendo aquí al archivo en PDF

.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.