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La progresista exalcaldesa de Ciudad de México se impuso en la encuesta interna de la formación política gobernante Morena,con el 40 por ciento.
La exalcaldesa de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, se impuso con holgura en la encuesta que definió la candidatura presidencial del gobernante Movimiento Regeneración Nacional (Morena). El triunfo de Sheinbaum, con cerca del 40 por ciento de intención de voto, confirma que dos mujeres disputarán por primera vez la presidencia de México, ya que el pasado domingo 3 de septiembre la cuestionadora senadora de ultraderecha Xóchitl Gálvez fue ungida como la aspirante de una coalición de partidos opositores al gobierno progresista del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y por el momento no se vislumbra un tercer postulante.
Otro de los aspirantes, el excanciller Marcelo Ebrard, cuestionó la validez del proceso al interior de Morenay exigió su repetición horas antes de que se proclame al ganador.
“Hemos terminado un proceso histórico, inédito para la democracia de nuestro país”, aseguró Mario Delgado, presidente nacional de Morena, al presentar los resultados que surgieron de cuatro encuestas privadas y una realizada por el propio partido. En lo que pareció un tiro por elevación a Ebrard, Delgado destacó que “el proyecto de nación está antes que cualquier aspiración personal” y agregó: “Muchos se equivocaron pensando que se iban a repetir las mismas prácticas de siempre, pero no. No más tapados, no más imposiciones”.
“El pueblo sabio ha elegido a la compañera Claudia Sheinbaum para coordinar los Comités de Defensa de la Transformación rumbo a 2024”, anunciaron las redes sociales de Morena apenas se conocieron los resultados de la encuesta. Más temprano Ebrard había denunciado “inconsistencias” en el 14 por ciento de los formularios de encuestas.
“Si no se repone el procedimiento, si no se hace bien esta encuesta, pues entonces no estamos cumpliendo los objetivos que nos hemos planteado, así me favorezca”, dijo Ebrard, quien alcanzó el 25 por ciento ubicándose segundo en la encuesta del partido oficialista.
“Hija del 68” contra representante de la ultraderecha neoliberal
El duelo entre Sheinbaum y Gálvez promete ser un choque de orígenes, personalidades y estilos. Nieta de abuelos judíos provenientes de Bulgaria y Lituania, Sheinbaum exhibe un talante reservado y prudente, aunque de carácter.
“Soy hija del 68”, dice la exalcaldesa nacida el 24 de junio de 1962 en Ciudad de México, quien reivindica la herencia de las luchas sociales y no haber pertenecido jamás al decadente y corrupto Partido Revolucionario Institucional (PRI), la vieja colectividad hegemónica durante 70 años en el siglo XX.
Procedente de la burguesía intelectual capitalina, Sheinbaum, física de la Universidad Autónoma de México (UNAM), promete continuar las políticas de López Obrador, limitado a un único mandato de seis años, según la Constitución. Afirma que defenderá a los más pobres, incluyendo a las comunidades indígenas, y celebra los buenos resultados macroeconómicos del actual gobierno: moneda fuerte y finanzas equilibradas.
La carrera política de la ahora aspirante presidencial comenzó justamente en la UNAM, pues en 1986 fue uno de los liderazgos estudiantiles más notables del Consejo Estudiantil Universitario (CEU), un movimiento surgido para defender la educación pública.
Tras convertirse en la primera mujer en obtener el doctorado en ingeniería ambiental en la UNAM, Sheinbaum Pardo viajó con su familia a California, Estados Unidos, donde estudió un posgrado en el Lawrence Berkeley Laboratory. Allí escribió numerosos artículos científicos relacionados con el uso de la energía y la contaminación de ciertas industrias. Tras regresar a México, y luego de ser asesora de la Comisión Nacional para el Ahorro de Energía, el perredista José Barberán invitó a Sheinbaum, en el 2000, al gabinete de López Obrador, quien se desempeñaba como jefe de gobierno de la capital mexicana, entonces llamada Distrito Federal.
Por su parte, la representante de la ultraderecha que reúne a los cuestionados partidos PRI, PAN y PRD, Xóchitl Gálvez de 60 años, para tratar de proyectar una imagen autóctona se viste a menudo con prendas de tradición indígena y utiliza un lenguaje ramplón. Originaria de un pueblo del central estado de Hidalgo. Xóchitl (flor en idioma náhuatl) nació en una familia pobre, de padre indígena otomí y madre mestiza. Ingeniera y emprendedora exitosa, Gálvez no duda en salpicar sus discursos de palabrotas. “Mi regla de oro: no quiero rateros, ni huevones, ni pendejos”, repitió recientemente en una entrevista al día siguiente de su designación.
Gálvez en un contrasentido se declara neoliberal y progresista, sintetizando el ideario de los tres partidos que la respaldan: el liberalismo económico del derechista PAN, el ideal de justicia social del izquierdista PRD y la herencia institucional del PRI.
AMLO celebra los resultados de Morena
Entre tanto, El mandatario mexicano celebró los resultados de la contienda interna de Morena, en la que Sheinbaum salió victoriosa en las cinco encuestas aplicadas y desde este 7 de septiembre se convierte en la nueva coordinadora nacional de los comités de defensa de la Cuarta Transformación, y en esa condición será la candidata del partido oficialista.
“Hoy ya dejo de ser el dirigente del movimiento de la transformación en México y voy a entregar el bastón de mando a Claudia Sheinbaum por la tarde-noche” de este 7 de septiembre, comentó AMLO en conferencia de prensa.
“Creo que fue un ejemplo de ejercicio democrático, algo inédito. La costumbre, por décadas, siglos, era la imposición, ‘el dedazo’. El presidente en turno decidía sobre el sucesor. Eso se impuso durante mucho tiempo. Los jóvenes tienen que conocer toda esta historia porque, como lo hemos dicho varias veces, no había democracia en México. Nunca se arraigó el hábito democrático en nuestro país, también por eso los grandes y graves problemas nacionales”, recordó.
López Obrador agregó que el ejercicio celebrado dentro del partido oficialista se derivó de las luchas que, durante décadas, han librado diversos actores políticos y sociales.
“En este marco, se presentó este ensayo muy importante para que, mediante una encuesta o varias encuestas, se decidiera quién iba a continuar como dirigente del movimiento de transformación que nosotros llevamos a cabo, retomando la lucha de muchos mexicanos que iniciaron un movimiento para hacer del país, una nación próspera y justa: muchos campesinos, obreros, dirigentes políticos y sociales, algunos ya se nos adelantaron. A nosotros nos tocó consumar ese proceso y se le tiene que dar continuidad. Por eso se eligió a quien voy a entregar la dirección del movimiento de transformación”, destacó.
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