EDITORIAL DIGITAL FEMINISTA VICTORIA SAU /
La doctora en Historia de América Latina, Carmen Ramos Escandón hace un interesante seguimiento a través de la correspondencia entre Nelson Algren y Simone de Beauvoir, la construcción de México como lugar del imaginario amoroso de la pareja.
A lo largo de 1947 y hasta mayo de 1948, cuando viajaron Nelson y Simone construyeron juntos la ruta a seguir para llegar a México, que fascinaba especialmente a la filósofa y feminista francesa, quien propuso la idea.
México se convierte así en un espacio de construcción intelectual donde se dará la cristalización del entusiasmo amoroso. Estuvieron más de dos meses, desde Nueva Orleans, se internaron a México por Yucatán, cuyas antiguas ruinas de Chichen Itzá, Uxmal y Kajmul, ya en Guatemala, se vuelven así lugares perfectos de un romance inolvidable.
En las ciudades recorren los barrios bajos que les fascinan y se separan más enamorados que nunca. La correspondencia siguió hasta 1965, pero la ruptura definitiva se produjo antes cuando Algren leyó Los Mandarines, donde De Beauvoir reconstruyo el romance.
Se puede acceder a la sugerente investigación, ingresando al siguiente archivo en PDF: