POR MARCO FERNANDES /
La reciente cumbre entre los líderes de Rusia y China, Vladimir Putin y Xi Jinping trastocó la correlación de fuerzas en el tablero de la geopolítica mundial con un nuevo G2 que aísla a EE.UU. y comporta repercusiones específicas en América Latina. Sobre todo se han venido dando movimiento de fichas en Centroamérica. Honduras, con la presidencia de Xiomara Castro acaba de cancelar sus relaciones con Taiwán para reconocer a China, pese a las fuertes presiones de Washington.
La líder de Taiwán, Tsai Ing-wen, viajó el miércoles 29 de marzo para visitar los Estados Unidos, con escalas en Guatemala y Belice, dos de los trece países del mundo que aún mantienen relaciones diplomáticas con la isla china. El domingo 26 de marzo, Honduras anunció la ruptura de las relaciones diplomáticas con Taiwán, y en seguida estableció relaciones con la República Popular China. Fue un duro golpe para Tsai, días antes de un viaje que puede aumentar la tensión entre Washington y Pekín.
El viaje de Tsai a los Estados Unidos es un capítulo más de la reciente política estadounidense de cuestionar el reconocimiento a Taiwán como parte de China. Tsai tiene previsto reunirse con el presidente del Congreso estadounidense, Kevin McCarthy, quien había prometido visitar Taiwán repitiendo la provocación de Nancy Pelosi el año pasado, pero ante las advertencias chinas, McCarthy y Tsai reprogramaron la reunión para Los Ángeles. Pekín sigue protestando contra la reunión.
Tsai lucha por mantener el escaso apoyo diplomático con el que aún cuenta en la región. Recientemente, Nicaragua (diciembre de 2021) y El Salvador (diciembre de 2022) también rompieron relaciones con Taiwán. El presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei, goza del apoyo del trumpismo, las iglesias evangélicas e Israel. El año pasado hizo un guiño a la organización de una cumbre de países amigos de Taiwán, pero se echó para atrás. Su insistencia en mantener tal relación puede estar causando daños económicos a su país. La isla china solo ha invertido 22,87 millones de dólares en Guatemala entre 1952 y 2019.
En cambio, los países de la región que han reanudado los lazos diplomáticos con China han recibido importantes inversiones. Son los casos de El Salvador – que recibió 500 millones de dólares en 2021 para proyectos de infraestructura relacionados con el turismo – y Panamá, que desde 2017 ha recibido miles de millones de dólares en inversiones vinculadas a su canal. La adhesión de Guatemala a la Iniciativa de la Franja y la Ruta podría traer muchas inversiones al país.
Mientras tanto, la “inversión” taiwanesa más importante de los últimos tiempos en Guatemala ha traído polémica. El Gobierno de la isla rebelde china acordó pagar 900.000 dólares para que el estudio jurídico Ballard Partners hiciera lobby en los Estados Unidos en nombre del Gobierno guatemalteco, en un acuerdo inusual. Ballard adquirió notoriedad por su cercanía a Donald Trump y su exitoso lobby en Washington durante la presidencia del republicano. Sin embargo, hay dudas sobre la efectividad de sus acciones en la administración de Biden.
Las elecciones presidenciales en Guatemala se celebrarán entre junio y septiembre de este año. Al continuar con su política de apoyo a las tensiones generadas por Tsai Ing-wen y alentadas por Washington, Giammattei se arriesga. El DPP, partido al que pertenece Tsai, sufrió una importante derrota frente al KMT en las últimas elecciones municipales de Taiwán, y se ha debilitado de cara a las próximas elecciones generales en 2024. El destino del Gobierno de Giammattei podría ser el mismo.
Globetrotter
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