
POR ALEJANDRO QUINTERO GALEANO
Recientemente se publicaron dos comunicados que insisten en mostrar la problemática del sistema de salud, uno desde nuestra Universidad de Antioquia fechado el 03 de marzo de los corrientes, motivada por el anuncio de La Clínica las Américas del cierre del servicio de Obstetricia a partir del 1 de marzo, que expresa:
“Las unidades académicas del área de la salud de la Universidad de Antioquia, en conjunto con el departamento de Ginecología y Obstetricia de nuestra universidad, expresamos profunda preocupación ante el cierre de camas destinadas a la atención materna y de partos en diversas clínicas y hospitales de la ciudad de Medellín. Esta situación representa una amenaza significativa para la salud materna y perinatal de nuestra región” [1].
Es de recordar que el Hospital San Vicente Fundación, casa del departamento de Ginecología y Obstetricia de la Universidad de Antioquia, cerró su servicio de Obstetricia el 31 de octubre de 2023; ya varias instituciones privadas lo habían hecho con antelación desde hace por lo menos dos décadas. Como lo habíamos expuesto antes, desde el 2013 en otro artículo[2], la explicación de estos cierres es sencilla: El Manual Tarifario estipulado por la Ley 100 de 1993 estableció unas tarifas pírricas para los procedimientos obstétricos, con lo cual y ante, los requerimientos de certificación para las instituciones y las altas posibilidades de complicaciones materno/fetales, las clínicas particulares prefirieron cerrar este servicio y dedicarse a otros de mayor rentabilidad y menor riesgo.
El segundo comunicado tiene fecha del 27 de febrero: “19 Clínicas y hospitales de Antioquia alertan sobre el impacto de deudas que superan los $ 2.3 billones: el crecimiento de la cartera y la disminución del recaudo en los dos primeros meses del año compromete la prestación de servicios vitales, la estabilidad de su capacidad instalada, el bienestar del talento humano en salud y su misión de brindar una atención oportuna y de calidad a la población…Estas 19 clínicas representan la mayoría de camas de alta complejidad en Antioquia, 72 % (640) de Unidad de Cuidados intensivos UCI, 68% (422) de Unidad de cuidados Especiales UCE…La deuda que compromete la estabilidad de estas IPS, corresponde a EPS con y sin medidas de vigilancia especial por la Superintendencia de salud (intervenidas), La ADRES, entidades responsables del SOAT, entre otras; a esto se suma el problema estructural de flujo de recursos, la insolvencia del sistema y problemas de radicación de facturas [3]. Frente a este panorama, las clínicas y hospitales hacen un llamado urgente para garantizar su sostenibilidad y evitar el colapso de los servicios de alta complejidad en Antioquia” [4]
Las consecuencias de este nefasto sistema de salud colombiano son cada vez más evidentes para la población y para las instituciones de salud; pero además, incluye un agravante, la crisis económica del sistema se traduce también en una gran crisis para el personal de la salud, dado el hecho de que con la aplicación de las políticas neoliberales desde los 90s, no solo se privatizó la salud y las pensiones, sino que se desreguló la contratación laboral, se tercerizó, quedando la mayoría del personal con contratos leoninos a través de cooperativas de trabajo asociado, falsos sindicatos y órdenes de prestación de servicios OPS, con esta medida los retrasos de los salarios se pusieron a la orden del día, presentándose pagos a 60, 90 y en algunos casos hasta 180 días; incluso al declararse la quiebra de EPS e IPS, muchas veces se presentó/a la pérdida de los honorarios facturados.
Hoy, vuelve la crisis a arremeter con fuerza contra trabajadores e instituciones de salud. ¿Dónde está la plata? [5], [6].
En reunión el pasado viernes 7 de marzo de los ginecólogos egresados del Departamento de Ginecología y Obstetricia de la Universidad de Antioquia se presentó una denuncia macondiana de realismo mágico, y tiene que ver con el problema que hemos tratado de venir hilando, siendo un caso más, de discriminación e irrespeto a los profesionales de la salud, resulta que en el Hospital Manuel Uribe Ángel MUA, de Envigado –institución que también pasa por dificultades económicas-, se ha llegado al extremo por su gerencia, de pagar a todos los especialistas con excepción de los ginecólogos y obstetras; por lo menos 20 colegas se vieron afectados, a quienes se pospuso el pago de sus honorarios, ¿cuál fue su motivación?¿existen especialistas de primera, segunda y tercera?¿por qué la discriminación hacia los colegas gineco-obstetras? ¿Será acaso por el mismo motivo del cierre de muchas camas y servicios de obstetricia en las clínicas privadas: la pésima valoración de nuestro trabajo estipulada en el Manual Tarifario de la Ley 100/93?
Con la privatización de la salud, consecuencia de la aplicación de la Ley 100, al mercantilizarse la prestación de los servicios de salud, las prioridades económicas están por encima de la atención materno-perinatal, en contra de la prevención y promoción de la enfermedad, en contra de la salud pública como visión de sistema nacional de salud integral y, por el contrario, están a favor de las especialidades con los procedimientos más rentables estipulados según el Manual Tarifario. Esa es la cruel realidad, mejor lo más rentable, por ello los cierres de los servicios de obstetricia y los atropellos a los gineco-obstetras.
Hoy, el problema de la salud y laboral en Colombia, no es de derechas o de izquierdas, sino de toda la población y de tod@s los trabajadores de la salud. Como crisis estructural amerita un cambio estructural, es decir, una nueva ley que enfrente los graves problemas de corrupción y pérdida de recursos, desde los sectores privados, las EPS [7], [8], [9] e incluso algunas IPS [10], [11].
El sistema se sigue derrumbando como un castillo de naipes, de 157 EPS que iniciaron en 1994, 130 han sido liquidadas, quedando activas solo 27; los mayores periodos de liquidación de EPS, en su orden fueron, entre 1998-2002, 2010-2014, 2018-2022. Las entidades liquidadas han traído un gran problema financiero al sistema al desaparecerse muchos de los recursos (caso emblemático Saludcoop). En la actualidad 9 EPS tienen algún tipo de medida especial, sea intervención o vigilancia por la Superintendencia Nacional de salud, muchos billones de pesos no aparecen, los desvíos de dineros a paraísos fiscales se hacen evidentes, la no posibilidad de hacer seguimiento al gasto en salud -95 billones de pesos este año-, la facturación alterada, la ausencia de reservas técnicas, la integración vertical con sobrecostos en insumos, procedimientos, medicamentos y los diferentes carteles montados en el sector, hacen de la reforma una necesidad inaplazable.
Hoy no tienen cabida más paños de agua tibia, se han realizado muchos ajustes cosméticos en estos 30 años a la Ley 100/93 sin ir al fondo del problema, a su causa fundamental: el control y manejo de los recursos económicos.
La reforma presentada por el Gobierno [12] plantea la solución a estos graves problemas, incluyendo los citados en este artículo como son: la crisis financiera y la situación laboral del personal de atención –con el régimen laboral especial-.
Ya se han superado con éxito los dos debates en la Cámara de Representantes y esperamos se afronte la discusión con la seriedad que amerita la situación en el Senado. No es posible que la oposición, en cabeza del Centro Democrático y sus partidos aliados Cambio Radical, Partido Conservado, Partido de la U, un sector liberal, etc., sigan utilizando como estrategia la obstrucción y evasión del debate con todo tipo de artimañas incluyendo la salida del recinto para evitar el quórum.
El intentar culpar al gobierno del problema actual en salud y laboral es desconocer lo que ha pasado en la historia de Colombia con la aplicación del modelo neoliberal en estos dos importantes sectores. Hoy, los lobos que en épocas anteriores dieron rienda suelta a estas políticas son los que se presentan como caperucitas diciendo que tienen la solución.
Lo que se requiere es un cambio estructural, en los principios: del mercado al derecho a la salud –del cliente regresar al paciente-, en su enfoque: de atención de la enfermedad –morbicéntrico- a modelo preventivo con redes de atención por complejidad, en lo financiero: con el control y la vigilancia estricta del gasto en salud, pasar de privilegiar la red privada desfinanciando el sector público a fortalecer la red pública sin descuidar la privada, del subsidio a la demanda al subsidio a la oferta; en lo laboral: de la tercerización y precarización al régimen laboral especial del personal de atención, en lo geográfico: de la concentración de los servicios en las grandes urbes a la cobertura de todo el territorio nacional, en la estructura: de la fragmentación a la consolidación de un sistema nacional de salud. En salud pública: de regreso a los programas de prevención de la enfermedad y promoción de la salud, brindando la prioridad debida a la maternidad, con los programas de control de la morbimortalidad materna y perinatal, y reivindicando el trabajo de los ginecólogos y obstetras.
En cuanto al régimen laboral especial, regirá no solo para los trabajadores del sector público sino también para el privado, se resalta que se privilegiará la vinculación laboral, garantizando: sus prestaciones sociales, un régimen de movilidad de carrera administrativa pública, jornadas laborales con límites de carga laboral y pago de horas extra, programas de salud mental, bienestar seguridad y equidad de género, incentivos para los que laboren en zonas rurales y de difícil acceso.
En cuanto a los especialistas la propuesta consiste en: “Las instituciones de prestación de servicios de salud podrán vincular o contratar a especialistas médico quirúrgicos, a través de las distintas modalidades previstas en el ordenamiento jurídico colombiano para la vinculación o contratación de servicios profesionales, incluidas las modalidades establecidas en el Código Sustantivo del Trabajo, según el régimen jurídico aplicable a la respectiva institución, garantizando las condiciones de trabajo dignas y justas. En tales casos se considerará el intuito persona y la prestación de servicios por profesionales de la salud que desarrollen su ejercicio profesional de manera caracterizada como independiente”[13].
Finalmente, los cambios y las reformas no se hacen solos, se necesita del conocimiento y el apoyo de los profesionales, trabajadores y población en general. El cambio implica el compromiso de tod@s.
Notas
[1] https://www.elespectador.com/salud/udea-hace-un-llamado-para-frenar-el-cierre-de-salas-de-parto-en-medellin/
[2] Y qué pasará con las maternas en Antioquia y Colombia.
[3] El resaltado es mío.
[4] https://consultorsalud.com/19-clinicas-hospitales-antioquia-deudas/
[5] https://www.youtube.com/watch?v=DEcApymJ168
[6] https://www.youtube.com/watch?v=rOmFR2c7PaU&t=39s
[7] https://www.youtube.com/watch?v=C07p02_pD4M,
[8] https://www.facebook.com/watch/?v=1209547940143986
[9] https://www.infobae.com/colombia/2024/12/06/revelan-graves-irregularidades-en-coosalud-una-millonada-en-recursos-publicos-se-habrian-usado-para-saldar-deudas-privadas/
[10] https://www.adres.gov.co/sala-de-prensa/noticias/Paginas/Anomalias-de-36-IPS-que-estarian-operando-sin-infraestructura-fisica.aspx
[11] https://www.youtube.com/watch?v=GZ0ZtzitYzg
[12] https://www.camara.gov.co/sites/default/files/2024-09/PL.312-2024C%20%28REFORMA%20A%20LA%20SALUD%29.pdf
[13] https://www.camara.gov.co/sites/default/files/2024-09/PL.312-2024C%20%28REFORMA%20A%20LA%20SALUD%29.pdf