Nuevo capítulo en la criminalidad paramilitar: Mancuso contra Uribe

Los antiguamente “socios” políticos y de acción paramilitar, el exjefe de las Autodefensas, Salvatore Mancuso y el cuestionado expresidente Álvaro Uribe “se sacan los cueros al sol”, como dice la expresión popular.

POR CAMILA OSORIO /

Apenas dos semanas después de su aterrizaje en Colombia, el excomandante paramilitar Salvatore Mancuso ya retó al expresidente Álvaro Uribe a “contar toda la verdad” y anunció incluso que lo denunciará. Esto, como respuesta a un mensaje de Uribe que decía que el paramilitar anda buscando falsos testigos para que declaren contra el exmandatario.

Mancuso anuncia que accionará contra el cuestionado expresidente por sus “infundios” y al mismo tiempo lo invita a comparecer ante un nuevo tribunal de cierre.

“Lo invito a contar la verdad”

Era cuestión de días para que subiera el tono entre el expresidente Álvaro Uribe y el excomandante paramilitar Salvatore Mancuso, quien regresó al país hace apenas dos semanas. Uribe extraditó a Mancuso en 2008 a Estados Unidos, donde era requerido por narcotráfico, en lo que entonces fue visto como un esfuerzo por callar al comandante paramilitar. Aun así Mancuso habló desde su celda norteamericana contra empresarios y políticos aliados de los paramilitares, y contra Uribe. Desde Colombia, el expresidente negaba cualquier acusación. Pero estaban lejos. Ahora están demasiado cerca. “Expresidente Uribe, el país entero sabe de su papel en el conflicto armado colombiano y sus acciones para dilatar el aporte de verdad, especialmente a través de las extradiciones que autorizó”, le escribió Mancuso esta mañana al expresidente en una carta pública.

La carta es una respuesta a un tuit de Uribe, hace dos días, en el que acusa a Mancuso de buscar falsos testigos para que declaren contra el expresidente. “Mancuso llama a personas a que me denuncien por vínculos con paramilitares. Esas personas de nada pueden acusarme”, escribió entonces el político antioqueño. Paradójicamente, el expresidente enfrenta desde hace más de tres años un proceso judicial en el que se le acusa a él de haber buscado, a través de sus abogados, a falsos testigos que denunciaran al senador de izquierda Iván Cepeda. El expresidente está abriendo un nuevo frente de batalla al señalar a Mancuso de cometer este mismo tipo de fraude procesal.

“Sr. expresidente Uribe, nunca he llamado a nadie para orientar versiones ni testimonios”, niega Mancuso en su carta. “De hecho, no soy yo quien está involucrado en procesos judiciales por ese motivo, no soy yo el que tiene esas prácticas de enviar a terceros a inducir falsos testimonios. La opinión pública sabe quién, entre usted y yo, recurre a esas turbias prácticas”, añade.

Mancuso le insiste a Uribe en que él no regresó al país a organizar “un supuesto complot en su contra” y que su objetivo “no incluye buscar su judicialización”. Al mismo tiempo, por la acusación de buscar falsos testigos, le anuncia que sí lo demandará. “Esta misma semana presentaré, sobre la base de sus afirmaciones, denuncio penal en su contra para que se aclare o conozcan los motivos por los cuales usted hace esa clase de afirmaciones, para que proceda a hacer llegar a las autoridades competentes las supuestas pruebas de sus infundios”, escribe.

Demanda penal y tribunal de cierre, ese es el nuevo capítulo legal que Mancuso le ofrece a Uribe. Además de la demanda que le anuncia, vuelve a insistir en la idea de crear un nuevo tribunal de justicia transicional distinto a lo que han venido haciendo los tribunales de Justicia y Paz y la Jurisdicción Especial para la Paz en los últimos años. “Su nombre y el mío están en esa página que las y los colombianos quieren pasar, lo invito a que la pasemos a partir de un tribunal de cierre en el cual es preciso que usted y yo comparezcamos”, le escribe sobre esta propuesta que también han impulsado excomandantes de las FARC.

Fotografía cedida por la Policía de Colombia que muestra al exjefe paramilitar Salvatore Mancuso (i) durante su registro de entrada tras ser deportado por Estados Unidos, el 27 de febrero de 2024, en Bogotá.

Hay un lado más agresivo de esta pelea. Cuando Uribe dice que Mancuso busca falsos testigos en su contra, añade: “Una llamada de Mancuso se puede entender como una orden con amenaza criminal”. Alerta como si la vida del expresidente pudiera estar en peligro. Algo parecido hace Mancuso en su respuesta.

“Su twit no solo es completamente falso, sino que es muy peligroso. Y no es ingenuidad de su parte, nada en usted lo es. Sus constantes mensajes en redes, alertando sobre mi esquema de protección o el de mis asesores, alertando sobre complots inexistentes, es una forma de ponerme a mí y a mi entorno en la mira de los fanáticos que lo siguen”, dice. “Yo conozco perfectamente esa forma de insinuar y crear las condiciones propicias para que otro haga el trabajo sucio, la estigmatización como arma de guerra, lo hicimos por su gobierno durante años. Entonces sé que esos mensajes son la forma de avivar las furias de mucha gente de gatillo fácil que sigue sus mismos principios ideológicos y mesiánicos, que ve en mí una figura incómoda y que quisiera quitarme del camino”, termina el exjefe paramilitar.

Hasta el momento, el expresidente no ha respondido la carta. Sí lo hizo el Centro Democrático, el partido de ultraderecha que creó Uribe hace una década, tras la misiva del pasado martes 12 de marzo. “El delincuente Mancuso es un cínico”, comienza su comunicado público. “Inició el plan contra el expresidente Uribe. La carta del criminal Mancuso es una notificación”, reitera la agrupación en su cierre, anunciando el inicio de este nuevo capítulo de la pelea legal.

El País, España.