Opinando y pensando con el deseo

POR LUIS EDUARDO MARTÍNEZ ARROYO

Curioso, sí, muy curioso, que sin haber de por medio un informe definitivo de la Fiscalía General de la Nación, congresistas uribistas como la Cabal y Forero, y vargaslleristas, como Luna, hayan dado un concepto definitivo y contundente que dice que desde el Gobierno Petro se han puesto en práctica las criminales chuzadas contra la oposición y magistrados de la Corte Constitucional, hechas famosas en el gobierno de la Seguridad Democrática, aunque no han sido patrimonio exclusivo de él.

Lo de curioso me viene a la mollera porque sólo con pruebas al canto y a la mano se puede hacer esta afirmación. ¿Acaso habrá algunos funcionarios vinculados a los servicios de inteligencia que han ofrecido a entregar ciertos y determinados servicios a quienes interesa desprestigiar a este gobierno?

La “inefable” congresista del uribismo María Fernanda Cabal.

La señora Verónica Alcocer, esposa del presidente Petro, ha denunciado unas manifestaciones de “fuego amigo” dentro del propio Gobierno contra ella que buscan vincularla al escándalo de la UNGRD, ¿tiene, acaso, esto que ver con lo que afirmé?

Ramiro Bejarano quien, una vez asumió Gustavo Petro el mando del Gobierno, comenzó a desempeñar los roles de libretista y guionista de Tola y Maruja, ha también hecho afirmaciones en el mismo sentido en que lo ha hecho la oposición. Y él con mayores razones, pues fue director del DAS durante el cuatrienio Samper (Proceso 8000), y debe saber cómo se chuza a los incómodos opositores de toda pelambre.

En lo que he leído de las ediciones impresas dominicales de reciente fecha de El Espectador y El Tiempo, encuentro, más que pruebas incontrovertibles para atacar al Gobierno, deseos de los opinadores de que lo que se denuncia esté ocurriendo u ocurra. Es decir, opinan y piensan con el deseo, pues la meta es desprestigiar al Gobierno.

Ojalá la Fiscalía General arribe pronto a puerto seguro en la investigación de este otro escándalo que la oposición y algunas rémoras quieren armar. Y que caigan quienes hayan de caer, afines, o agazapados opositores, al Gobierno.