Paradigmas humanitarios

POR LUIS EDUARDO MARTÍNEZ ARROYO

La venturosa Venezuela lo es porque nos entregó de sus fértiles entrañas al gran Libertador Simón Bolívar, pero sus desventuras que no son de reciente data parecen ser mayores. Imperialistas y peones de brega no cesan en su empeño de descuajarla. Los unos para dar rienda suelta a sus voraces y siempre insatisfechos apetitos económicos, y los otros para recoger las migajas que aquellos van dejando.

A tal empresa la ha denominado el hegemón la lucha por la libertad, la democracia y los derechos humanos.

Funcionarios norteamericanos, en ocasiones atacados por alguna dosis de sinceridad, dejan oír sus pareceres y comunican al mundo las intenciones reales de sus preocupaciones por la región suramericana. Laura Richardson, generala y jefa del Comando Sur, en los comienzos de 2023 expresó que su país dedicaba especial atención a los valiosos recursos naturales que en ella existen, como el litio que se alberga en Argentina, Chile y Bolivia (“el triángulo del litio”, lo denomina la militar). Se deleitaba al hablar de los inmensos pozos de petróleo bolivariano, a los que llama las reservas de petróleo más grandes y de las no pocas existencias de cobre y oro en ese país. Y del pulmón del mundo, el Amazonas.

“Quiero decir, es fuera de lo común. Tenemos mucho que hacer, esta región importa. Tiene mucho que ver con la Seguridad Nacional y tenemos que intensificar nuestro juego” (Sinpermiso, 25-01-2023).

En efecto, el juego se ha intensificado y centrado en una sola de esas naciones, al menos, donde es más notorio. Ni Chile ni Brasil, con sendos gobiernos de “izquierda”, a pesar de que la primera tiene óptimas relaciones comerciales con China y la segunda integra los Brics han sufrido mella por el trato que otorga EE.UU. Boric resultó un mimoso gatito que sucumbió pronto al arraigado peso de las tradiciones pinochetistas en sus instituciones y Lula se mueve airoso en los medios corporativos donde ya es conocido por sus gobiernos anteriores que han dejado una estela de serias dudas en lo relacionado con las buenas costumbres de la administración pública.

La gesta salvadora para Venezuela tiene componentes de prestantes dirigentes internacionales de la política con hojas de vida ejemplarizantes en las áreas y materias escogidas por el gran jefe. Nada más obsérvese la presencia de varios de esos especímenes, como los que suscriben la carta dirigida a la Corte Penal Internacional (CPI) para que ordene la captura de Nicolás Maduro, presidente reelegido de Venezuela, el pasado 27 de julio reciente, por la supuesta comisión de crímenes de lesa humanidad, lo mismo que al dirigente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, para que nos hagamos una idea de con quiénes estamos tratando.

Todo un collage antológico

Andrés Pastrana Arango, expresidente de Colombia, bajo cuyo gobierno se conoció el mayor crecimiento del paramilitarismo, superior al de Uribe, que ya es decir bastante, y en el que ocurrieron escándalos de corruptela como Dragacol, Foncolpuertos, Bancos Andino y Pacífico, Caja Agraria, Chambacú, y un crimen de lesa humanidad (finales del 2000 y comienzos del 2001, en plenos diálogos de paz del gobierno con las Farc): el ametrallamiento por el Ejército Nacional de un grupo de menores de edad, -condición que los militares conocían-, guerrilleros de las Farc que marchaba por vías de Santander a encontrarse con otros integrantes de esa guerrilla. “Operación Berlín” se llamó la proeza pastranista que después festejó el ‘Vago de oro’ con la entrega de condecoraciones a los altos mandos que orientaron la ejecución de la masacre. Al menos cien fueron las víctimas.

Álvaro Uribe Vélez, expresidente de Colombia, con un pesado fardo a cuestas de conductas delictivas como el homicidio de más de seis mil jóvenes menores y mayores de edad por el Ejército, delito que de manera equívoca en Colombia se lo denomina “falsos positivos”, a los que se presentó a la ciudadanía como guerrilleros muertos en combates. Persecución a la Corte Suprema de Justicia, a cuyos magistrados “chuzó” sus teléfonos, lo mismo que a sus opositores, dirigentes políticos, periodistas; violentador de la Constitución de 1991, mediante el delito de cohecho, para que una congresista depositara el voto por su reelección en el legislativo, prohibida en ese entonces, y convenciera a otro legislador para el mismo fin; determinador presunto del asesinato del alcalde de El Roble, municipio de Sucre, Eudaldo Díaz, según la versión rendida por el exgobernador de ese departamento Salvador Arana Sus, al que Uribe premió con la embajada de Colombia en Chile; nombró cónsul colombiano en Roma al exdirector del DAS (policía política de las chuzadas) Jorge Noguera Cotes, quien había ordenado el asesinato del profesor Alfredo Correa de Andreis en Barranquilla, en 2004.

 

Iván Duque Márquez, expresidente de Colombia. Dirigió la matanza de estudiantes, y su policía produjo graves lesiones a otros jóvenes colombianos durante el estallido social de 2021; ordenó a su ministro de Defensa, Diego Molano, el bombardeo de campamentos guerrilleros que estaban poblados de menores de edad, con el pretexto de que eran “máquinas de guerra potenciales”.

Felipe González, expresidente español. Conformó los tristemente célebres Grupos antiterroristas de liberación (GAL), en los comienzos del decenio de 1980, que asesinaron a por lo menos treinta personas a las que ese organismo policivo y el gobierno acusaban de ser terroristas y miembros de la ETA.

José María Aznar, apoyó a EE.UU. en la invasión a Irak, operación que destruyó buena parte de ese país, no obstante que nunca hubo pruebas convincentes de que esa nación estuviera produciendo armamento químico como lo atestiguaron de manera falsa Washington y Reino Unido. Dicha operación de exterminio no fue autorizada por la ONU. Utilizó un atentado terrorista que tuvo lugar en la capital española en 2004, al que atribuyó a ETA, para conseguir votos para su campaña, cuando en verdad el atentado lo cometió un grupo yihadista.

Como se puede observar estamos ante un autorizado y selecto grupo de combatientes de vanguardia por la democracia, la libertad y los derechos humanos.

Un collage antológico…

A propósito de resultados electorales en Venezuela, se sabe que los chavistas exigen a la oposición la publicación de las famosas actas electorales con las que deslumbraron al mundo en los días siguientes al 28 de julio. Pero ésta ha dado muestras de infinita sordera.

¿Tienen acaso razón, dicen la verdad, los que afirman que las tales actas de la Machado y sus pollitos eran espurias? Mientras tanto, el apéndice de la nueva Guaidó ha comenzado a gozar del placentero asilo que también disfrutan López, Ledesma, Capriles, Borge en la Madre patria.