¡Salvar a Palestina!

POR RICARDO SÁNCHEZ ÁNGEL* /

Lo que está sucediendo es un capítulo avanzado de la política de exterminio del Estado de Israel sobre el pueblo y la nación Palestina. Es una decisión llevada a cabo, paulatinamente, al ritmo de la expansión colonial. Esta estrategia se alimenta de una mentalidad que proclama la solución final, al declarar a Israel como el pueblo escogido y el gran Israel.

Ricardo Sánchez Ángel

Por ello se adelanta una expropiación territorial de la geografía palestina, desdibujando el mapa limítrofe entre los dos Estados. El resultado al día de hoy es que Palestina es una ficción estatal e Israel un poderoso Estado militarizado y de ocupación. Lo que se lleva a cabo es un genocidio permanente, una limpieza étnica, una despiadada violencia contra la dignidad humana al proclamar, incluso, que los palestinos son “animales humanos”.

Israel ha cosechado una tempestad: la masacre que propició el grupo Hamás con un saldo de centenares de muertos y heridos, al igual que muchos rehenes.

La apuesta de Hamás es desesperada y suicida, aunque tenga el resorte de la legítima defensa de la vida y de la nación Palestina. La respuesta de Israel ha sido infame, castigando al pueblo de la Franja de Gaza, que se encuentra sometido al bombardeo y a la declaratoria de muerte, mediante el hambre, la enfermedad y el abandono. Ya ha causado la muerte de miles de palestinos, entre ellos al menos quinientos niños y muchas mujeres. El gobierno Israelí está realizando una operación de ocupación destructiva de la Franja de Gaza. El grito de guerra del gobierno es el exterminio de Hamás, y para ello están triturando con su máquina de muerte a los paisanos palestinos, a quienes los están cazando como animales.

También los palestinos han sido expulsados a campos de refugiados en Jordania, Líbano y Siria. Millones de ellos constituyen una diáspora en todos los continentes, como legión de los condenados de la tierra. ¡Israel les exige que un millón más se sumen al éxodo!

En el relato político mediático dominante, se propaga la afirmación de que la acción de Hamás es terrorista y que la de Israel es legítima defensa. Contra toda evidencia fáctica, la reacción de Israel desborda cualquier idea de legitimidad. Lo que clama es la venganza bíblica; es el delirio de la supremacía racista.

Ese mismo relato habla maniqueamente de secuestrados israelíes y de prisioneros palestinos, al igual que de terroristas muertos palestinos y de civiles muertos israelíes. Todo esto pone de presente la magnitud de la insensatez israelí, la razón de la sinrazón del terrorismo de Estado.

Una gran conversación recorre el mundo más allá del lamento de la tragedia. Hay que detener la masacre y evitar la extensión de la guerra, que tiene claras dimensiones internacionales, al igual que asumir la causa Palestina que nos compete a todos, en cuanto humanidad. ¡Hay que salvar a Palestina!

Caminamos en los comienzos de una guerra mundial incentivada por la conflagración en Ucrania, los enfrentamientos de China y Estados Unidos, que se desplazan paulatinamente hacia lo bélico. La confrontación entre la OTAN y Rusia está al rojo vivo, como una guerra por interpuesta espacialidad, la de Ucrania.

Hace tiempo que la OTAN ha destituido a la ONU y el derecho internacional de la paz está subordinado al derecho a la guerra. De la misma manera, la constitución económica que rige el comportamiento de la OMC, la OCDE el FMI y el Banco Mundial suplanta el orden de los derechos humanos, sociales del mundo jurídico internacional.

El ultimátum de Israel a los palestinos para que abandonen el norte de la Franja de Gaza es la aplicación de la estrategia del espacio vital, como parte de la solución final que se volvió permanente, porque la resistencia Palestina la contraría siempre. Ante los ojos de todos nosotros está en marcha el gran genocidio que dirige una pandilla de fanáticos del gobierno de Israel. El pueblo judío está llamado a derrotar esa infamia, realizada a su nombre e imponer un rumbo pacifista, formando parte de un frente común de todos los pueblos de la región y del mundo que quieren la salida digna. Los judíos forman parte de la solución como consciencia humana.

*Profesor emérito de la Universidad Nacional de Colombia.

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