POR JULIO TURRA, COORDINADOR DEL CILE-AMÉRICAS /
El pasado sábado 14 de agosto un terremoto de 7,2 grados en la escala Richter azotó Haití. Como si la difícil situación que enfrenta el valiente pueblo haitiano no fuera suficiente -una sucesión de golpes de Estado al servicio de los intereses del imperialismo, la absoluta falta de vacunas para el Covid-19, la precaria situación de la infraestructura y los servicios públicos- ahora sufre las consecuencias de un terremoto.
La información aún es inicial, pero hay decenas de muertos y muchos edificios y casas que se han derrumbado. En contacto con los compañeros David Oxigène, de Moleghaf, y Dominique Saint Eloi, de la Central Nacional de Trabajadores de Haití (CNOHA), ambas organizaciones miembros del CILE en las Américas, nos informaron que no tienen noticias de compañero/as que hayan resultado herido/as. , pero varios han visto destruidos sus hogares o el de sus familiares y necesitarán apoyo y solidaridad internacional.
La responsabilidad por la falta de infraestructura y condiciones sanitarias ante un fenómeno natural que se repite en la región (recordemos el terremoto de 2010 en Haití) recae exclusivamente en los sucesivos gobiernos que, bajo la cobertura protectora de tropas de la ONU hasta 2017 y después de los gobiernos de Estados Unidos y la OEA, continúan saqueando al pueblo haitiano, mientras le niegan la soberanía popular y la democracia.
Hacemos un llamado a todas las organizaciones miembros del CILE, compañeros y compañeros a estar en estado de alerta para la adopción de medidas de solidaridad con nuestros compañeros y sus organizaciones en Haití.
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