“Sus voces son memoria: por la verdad, la justicia y la reparación del movimiento sindical”: documental de la CUT con ocasión del Día Nacional de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas

POR OMAR ROMERO DÍAZ /

Este 9 de abril se conmemoró en Colombia el Día Nacional de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas del conflicto armado colombiano.  Desde el movimiento sindical se hace una especial recordación no como una formalidad, sino desde una profunda convicción ética y política: la memoria no es un acto del pasado, es una herramienta de lucha presente para la transformación social.

Desde el movimiento sindical se reafirma el compromiso inclaudicable con la justicia social, la reparación integral y el trabajo digno como base para la construcción de paz con democracia y derechos. Porque no hay verdadera reconciliación sin reconocimiento de las violencias, sin reparación a las víctimas, sin garantías de no repetición.

La Central Unitaria de Trabajadores (CUT), en su informe ‘Genocidio al Sindicalismo. Caso CUT’, presentado ante la Comisión de la Verdad en 2020 y recientemente a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), visibiliza una de las verdades históricas más silenciadas de Colombia: el exterminio sistemático del sindicalismo como expresión organizada de la clase trabajadora.

Desde su fundación en 1986, la CUT ha sido blanco de una estrategia de violencia masiva, selectiva y estructural: más de 13.800 hechos victimizantes, en su mayoría impunes, con impactos devastadores sobre personas, familias, organizaciones y regiones enteras. El 90 % de las víctimas del sindicalismo pertenece o estaba afiliadas a la CUT. ¿Puede haber otra expresión más clara de un genocidio social y político?

Este genocidio no fue espontáneo. Fue producto de una cultura antisindical profundamente arraigada, donde sectores del poder económico, actores armados —estatales y no estatales— y estructuras de inteligencia criminalizaron y estigmatizaron al sindicalismo, presentándolo como enemigo interno, como subversivo, como obstáculo al “desarrollo”. Una negación del derecho a la organización, al disenso, a la defensa de los derechos laborales.

Esta violencia no solo asesinó personas. También fracturó procesos, silenció liderazgos, sembró miedo y desestructuró comunidades enteras. Sectores como la educación, la salud, la minería y los servicios públicos fueron particularmente golpeados, así como regiones como Antioquia, el Caribe, el Suroccidente, Magdalena Medio, el Valle, el Cauca y muchas regiones más.

Pero el sindicalismo no ha sido solo víctima: ha sido y sigue siendo resistencia, dignidad, memoria viva. Las denuncias nacionales e internacionales, la construcción de redes de apoyo, la defensa ante organismos multilaterales y la persistencia en la defensa de lo público y lo colectivo son expresiones de esa rebeldía que no se rinde.

Por eso, hoy el sindicalismo colombiano dice con fuerza:

Sus voces son memoria. Reparación Al Movimiento Sindical ya.

En ese contexto exige:

  • El reconocimiento del sindicalismo como sujeto colectivo de reparación.

  • La investigación penal de los máximos responsables de esta política de exterminio.

  • Reformas institucionales que garanticen la libertad sindical como derecho humano fundamental.

  • Medidas simbólicas y legislativas que dignifiquen la lucha histórica del sindicalismo.

Una reparación integral con garantías reales de no repetición

La memoria histórica no es solo un deber con el pasado, es un camino para garantizar un país donde los derechos laborales no cuesten la vida, donde la protesta no se pague con la cárcel o el exilio, y donde la voz de quienes defienden la dignidad del trabajo no sea acallada con sangre.

Hoy recordamos para transformar. Hoy honramos la vida luchando por la justicia. Hoy sus voces siguen siendo memoria. Porque sin justicia social no hay paz posible.

Con ocasión del Día Nacional de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas del conflicto armado colombiano, es oportuno proyectar el documental ‘El sindicalismo cuenta’ que muestra el aporte que han hecho las organizaciones obreras la construcción de democracia en el país.