Tumaco entre la pobreza extrema, el ‘narcoparamilitarismo’ y la corrupción de las administraciones municipal y departamental de Nariño

Pobladores de Tumaco protestan por la grave situación de violencia que viene afectando a este munipio nariñense, así como por el abandono histórico en que se encuentra sumido por parte del Estado colombiano.

REBELIÓN TUMAQUEÑA /

Ante los graves hechos de violencia que vienen ocurriendo en el municipio nariñense de Tumaco, en el suroccidente colombiano, el movimiento social Rebelión Tumaqueña, expidió la siguiente declaración pública:

La Asociación Nacional de Ayuda Solidaria (ANDAS) informó este 22 de febrero una nueva masacre en la zona rural de Tumaco, en horas de la mañana, en la vereda de Puerto Rico a orillas del río Mira, en la frontera colombo-ecuatoriana, en el departamento de Nariño. Según las versiones de los pobladores donde ocurrieron los hechos se trataba de un grupo armado llamado los ‘Contadores’, que se identificaron como del Frente Iván Ríos. Es de advertir que en medio de varios grupos armados que operan en la zona no se puede afirmar exactamente quién perpetró el asesinato de ocho (8) personas. Unos sostienen que era el frente Iván Ríos, una de las disidencias de las Farc, otros afirman ser grupos paramilitares que están disputándose con los primeros, buena parte de los territorios donde están los sembradíos de coca. No obstante, hasta el momento no se conoce ningún pronunciamiento por parte de ninguno de los grupos que operan en la zona. 

Los informes de prensa oficiales e incluso de ONGs centran sus reportes de prensa y análisis solo y exclusivamente a las disputas por las drogas, pero, pasan por alto el estado de indefensión, atraso, pobreza y la escandalosa corrupción que lleva años y años por parte de la clase politiquera que gobierna este departamento y que tiene fuertes vínculos con los grupos mafiosos. La violencia que genera el narcotráfico, las disputas territoriales, las vendettas y masacres, han servido de excusa perfecta para ocultar los gravísimos actos de corrupción y la falta de atención a los problemas de seguridad social y humanitaria que acusan estas zonas del Pacífico y que se pueden tocar, palpar, con las manos. La zona pacífica nariñense desde hace muchos años ha sido uno de los lugares predilectos, por no decir perfectos, para adelantar el negocio de las drogas. Hay una población sumida en la extrema pobreza, el desempleo y la informalidad, que son tan abultadas como el estado de postración de estas zonas. Los alcaldes de Tumaco, los gobernadores del departamento de Nariño, los alcaldes de las diferentes poblaciones del Pacífico nariñense deberían estar en la cárcel por toda la robadera que estos han ejercido sobre las arcas públicas, con sus pandillas de delincuentes que los rodean y sus alianzas con los grupos ‘narcoparamilitares’, quienes los financian en las campañas electorales, y que después éstos deben devolverles con creces los favores recibidos. 

La población de Tumaco exige una profunda dosis de sanidad pública y de recursos financieros para mitigar sus graves problemas. ¡Necesitamos un Tumacazo, Ya!

Tumaco, 22 de febrero 2021.

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