POR ALEJANDRO QUINTERO GALEANO /
“Hay ciertas partes de la historia que no se pueden escribir” [1].
– Carlos Lleras Restrepo
Lobista de la ANDI (1944-1947).
Presidente de Colombia (1966-1970).
Después de haber llegado a un acuerdo de reforma al Sistema de Salud el pasado 24 de abril entre el Gobierno Nacional y otras EPS incluyendo a Sura [2], un mes después, ésta sorprende al país con su decisión de solicitar formalmente a la Superintendencia del ramo su retiro del Sistema de Salud [3].
Existe suficiente ilustración de la crisis estructural del Sistema de Salud que nos rige desde hace más de 30 años con la Ley 100 de 1993; y, por lo tanto, de la necesidad de su reforma. El elemento financiero ha sido la manzana de Adán por los intereses económicos de por medio. Con la llegada del Gobierno del Cambio y el ejercicio de la nueva Superintendencia de Salud y Contraloría General de la República, aumenta la información sobre los grandes desfalcos al sistema, por ejemplo, el presunto desvío de 9.2 billones de pesos en el año 2020 durante la pandemia por las EPS [4], los 5.5 billones que no aparecen en las cuentas de la Nueva EPS [5], los incrementos en los gastos administrativos de Sanitas por 210 mil millones de pesos anuales, en los últimos años sin justificación [6], o la posible pérdida de 12 billones de pesos en las vigencias 2020-2023 denunciadas por el movimiento ciudadano. ¿Dónde está la plata de la salud? [7]
Como lo expresa con claridad la exministra Carolina Corcho:
“El núcleo central del problema es que se ha instaurado un manejo privado de los recursos públicos de la salud, en donde billones de pesos de aportes de los colombianos para el cuidado de su vida, ruedan sin control por el país generando enormes inequidades en el acceso a la prestación de servicios y al goce efectivo del derecho a la salud. No es un sistema de salud, es un sistema de facturación donde el mayor interés es el alto costo” [8].
Todo a consecuencia de un sistema privatizado donde la salud ha sido convertida en un jugoso negocio con la intermediación financiera, donde existen unos pocos ganadores: las EPS, que reciben grandes sumas de recursos públicos –aproximadamente 82 billones anuales- sin posibilidad de control y unos grandes perdedores: los pacientes, el personal de atención en salud, los hospitales y clínicas que no hacen parte del engranaje directo de las EPS o sea de la famosa integración vertical. Perdió la concepción de sistema de salud integral, el derecho a la salud, la prevención y la promoción, la red pública; y en mayor medida, los habitantes de la Colombia profunda.
Hoy, a través de la vocera de las EPS, Ana María Vesga, presidenta de Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (ACEMI), que agremia a esas entidades, ante la solicitud hecha por el Ministerio de mostrar sus estados financieros que den cuenta del manejo de los recursos económicos para aumentar el valor de la UPC, como solicitan y justifican como causa de su crisis, su respuesta es evasiva. En otras palabras, cuando se solicita control de cuentas para seguir entregando los dineros de la salud para la atención de los colombianos nos encontramos con las cuentas inexistentes o embolatadas; y en el caso particular de Sura, el deseo de retiro del sistema.
¿Qué nos enseña la historia?
“Somos presos de lo que nos enseñaron,
hasta que decidimos aprender por nuestra propia cuenta”.
– Anónimo
Como lo sabemos, el capitalismo no tiene corazón, su supuesto “rostro humano” es solo un cuento cándido para incautos, su intención es la maximización de las ganancias, por encima del ser humano y de la naturaleza. Bien los expreso Karl Marx: “el capitalismo nace [y se reproduce] chorreando sangre y lodo, por todos los poros, desde la cabeza hasta los pies”.
El panorama político que advertimos hoy en el país comparte similitudes –respetando los diferentes contextos- con nuestra historia de mediados del siglo XX. El analizar el origen de la agremiación de los empresarios, la ANDI, como alcanzó su poderío y sus influencias en el alto gobierno nos brinda elementos para interpretar el momento actual.
Sura pertenece al Grupo Económico Antioqueño (GEA) antiguamente llamado Sindicato Antioqueño, consorcio de empresas con presencia en América Latina, filial de la ANDI, agremiación que reúne al capitalismo industrial y financiero antioqueño y colombiano.
El profesor de la Universidad Nacional, Eduardo Sáenz Rovner, historiador y economista, recientemente comentado, a causa de la desclasificación de archivos durante la administración de Jimmy Carter que reportaron la relación entre el narcotráfico y las presidencias de López Michelsen y Turbay Ayala, por su investigación sobre la infiltración del narcotráfico en las élites colombianas [9], tiene a su vez, un trabajo de investigación brillante sobre la ANDI denominado: “La ofensiva empresarial: industriales, políticos y violencia en los años 40 en Colombia” [10] en el cual explica cómo surge esta agremiación empresarial, cuál fue su composición, sus intereses y los métodos que le permitieron llegar a ser un grupo dominante dentro de la burguesía nacional para influir directamente en la política y la economía nacional estatal.
El profesor Sáenz Rovner hace un recorrido histórico desde antes de los inicios de la ANDI, para llegar a su fundación el 18 de noviembre de 1944 en Medellín por una élite industrial naciente dueña de las empresas Coltejer, Fabricato, Coltabaco y la Cervecería Unión, que controlaban la mitad del capital y una octava parte de la producción industrial [11], los otros departamentos donde tenían sus enclaves eran Cundinamarca, Valle del Cauca, Atlántico y Caldas; todos caracterizados, por proceder de una élite social con alta concentración de poder económico.
Como la política económica del momento no era favorable a sus intereses por el Tratado de Comercio de 1935 con los Estados Unidos que consideraba la división internacional del trabajo en la cual, el país debía aportar materias primas y no manufacturas, con el dominio de la burguesía cafetera y comercial, la no necesidad de la política arancelaria, hizo que los industriales empezaran a planear toda una estrategia en múltiples frentes para lograr sus objetivos, que en ese entonces fueron:
a) político: haciendo que los industriales tuvieran participación directa en los dos partidos hegemónicos: Conservador y Liberal, o contando con políticos afines a su causa. Fue común para la época que concejales, diputados, representantes, senadores, ministros y hasta presidentes fueran o hubieran trabajado para la ANDI o tuvieran una relación directa, haciendo un hecho común la puerta giratoria privado-público o su concomitancia.
b) medios de comunicación: establecieron una campaña de participación y presión a través de la pauta publicitaria, subsidios e incluso compra de los medios existentes, en prensa y radio, para influir en sus editoriales, columnas de opinión y contenidos noticiosos, pagando a periodistas para presentar información acorde a sus intereses; son famosos los casos de Enrique Santos ‘Caliban’ y Lucas Caballero Calderón ‘Klim’ en el periódico El Tiempo; Juan Zuleta Ferrer en El Colombiano; lo propio en el periódico conservador El Siglo y la revista Semana cuyos dueños eran Hernán Echavarría Olózaga y Mauricio Obregón, ambos pertenecientes a dinastías de industriales; además de la influencia en la radio –pensando en la población analfabeta- con su influencia en la emisoras como La Voz de Colombia, La Voz de Antioquia y la Compañía Colombiana de Radiodifusión, para crear una matriz favorable de opinión.
c) publicitario: se estableció el Departamento de comunicaciones y publicidad dentro de su organigrama para coordinar la publicidad a su favor, para lo cual contrataron a Indalecio Liévano Aguirre, exdiplomático de la misión colombiana en Londres, futuro ministro de Relaciones Exteriores y presidente encargado de Colombia.
d) Lobistas: se hicieron a los servicios de un grupo de técnicos y políticos que tuvieran relaciones directas con el ejecutivo y el legislativo para influir a favor de sus intereses, uno de los más afamado fue Carlos Lleras Restrepo, diputado, congresista, ministro de Hacienda, miembro de la Junta Directiva del Banco de la República y futuro presidente de Colombia.
e) educación: influyeron tanto en la formación de sus técnicos, provenientes del Colegio jesuita San Ignacio y la Escuela Nacional de Minas de Medellín, subsidiaron el Departamento de Economía y Negocios del Gimnasio Moderno, que más tarde se convertiría en la Universidad de los Andes, así como en la educación a sus trabajadores y a sus familias para que se adaptaran a la disciplina de las fábricas, utilizando los programas de bienestar social, las ceremonias y las doctrinas religiosas, con un claro sesgo antisindical –Central de Trabajadores de Colombia (CTC)– y anti ideas de izquierda.
Todos estos elementos le permitieran crecer y tener un papel dominante en la burguesía nacional, el manejo económico y político del Estado y en la población general.
Como lo expresa claramente Sáenz Rovner, el proceso de industrialización en Colombia, diferente a lo pensado, no se dio con el Partido Liberal sino con el Conservador, principalmente durante el régimen dictatorial de Mariano Ospina Pérez (1946-1950), caracterizada por su talante oligopólica y una alta concentración de los negocios y del poder, que buscó a través de todas sus estrategias altas tasas de ganancia y un gran poder político que le permitiera la participación del manejo del Estado haciendo pasar sus intereses particulares como interés general de la nación.
El caso de la relación ANDI-Gaitán merece una mención especial. La elección de Jorge Eliécer Gaitán al Congreso, en marzo de 1947, no fue bien vista por los industriales, al tener unas ideas que no beneficiaban sus intereses. Sus principales puntos de contradicción fueron: límites a las ganancias de los industriales, las políticas arancelarias, de aduanas y antimonopólicas, el control de precios y de calidad, la obligación de utilizar materias primas domésticas, los beneficios de las políticas de protección para todos los sectores del mercado nacional, los impuestos a las utilidades, entre otros.
En discurso pronunciado por Gaitán, el 10 de diciembre de 1947, frente a las intenciones de la ANDI, expresó:
“… [El] proyecto de los aranceles no trata de defender la industria nacional, sino a buscar alzas de la vida. Es un deseo de las fuerzas plutocráticas que van contra el progreso del país y contra los trabajadores. Ahora está todo el gobierno dominado por la ANDI. Aquí hay un plan combinado y por eso hay que desarrollar todas las baterías. Es que yo no soy vulnerable. Ahora se compran escritores y desde hace días se prepara a la opinión con artículos que parecen intelectuales y son pagados por la ANDI. Que rectifiquen y doy las pruebas. No es sólo eso, es mucho más grave, es que se está haciendo una obra de dominio absoluto sobre el Estado”… [12]
La situación posterior al asesinato de Gaitán y al Bogotazo fue bien aprovechada por los Industriales, por su influencia política directa y bajo la permanencia de Ospina Pérez en el poder, quien al decretar el estado de sitio y clausurar el Congreso, el 9 de noviembre de 1949, permitió la aprobación por decreto de las políticas que favorecían los intereses de la ANDI [13].
Posteriormente, “para 1950 la burguesía industrial colombiana había consolidado su monopolio político con la facción más militante, ideológica e inflexible en el Partido Conservador, aquella de Laureano Gómez” [14] y se firmó un nuevo tratado comercial con Estados Unidos el 27 de abril de 1951 acorde a sus intereses.
Privatización de la salud
Debemos recordar que, posteriormente en 1990, la política de globalización y apertura neoliberal en el Gobierno de César Gaviria, fue aprobada en el seno de los industriales colombianos al estar ya conformados en conglomerados económicos y contar con el músculo suficiente para buscar provecho de los mercados externos. De esa aplicación de la doctrina neoliberal, es que surge la privatización de la salud con La Ley 100 de 1993 y las denominadas Entidades Promotoras de Salud (EPS).
Las EPS de mayor presencia nacional: Salud Total, Sanitas, Sura, Nueva EPS, rápidamente pasaron a integrar el listado de las 100 empresas más rentables del país, mientras que las otras han venido cayendo como castillos de naipes dejando a su paso unas deudas considerables, al no cumplir con las reservas técnicas, que han afectado la atención de los pacientes, quebrado o desfinanciado hospitales y clínicas –IPS– y perjudicado en sus salarios y contratos laborales al personal de atención en salud -médicos, enfermeras, odontólogos, bacteriólogos, químicos farmaceutas, técnicos, camilleros, oficios varios, conductores de ambulancia, etc. En términos aproximados, de 130 EPS solo quedan 27 y cada día se ahonda más la crisis. Las EPS solicitan más y más recursos, éstos se van desapareciendo sin la posibilidad de ningún control legal por parte del Estado.
Hoy que se postula una reforma para la solución al problema estructural de la salud en Colombia, para beneficio de todos los habitantes del país, la mezquindad política de los congresistas de los partidos de derecha no permiten su discusión y su curso, como ocurrió con el retiro del proyecto de reforma en la Comisión Séptima del Senado [15] a petición de un grupo de legisladores pertenecientes al Centro Democrático, Cambio Radical, Partido de la U, Conservador, Liberal, Colombia Justa y Libre y Alianza Social Indígena (ASI).
Los medios corporativos con sus periodistas a sueldo mantienen una oposición férrea al Gobierno, la mayoría de las veces fundamentada en premisas falsas y/o engañosas, los grupos económicos del bloque hegemónico de poder hacen lo suyo, desde la ANDI y ACEMI se vuelve a intentar confundir a la población general para pasar un interés particular -sus ganancias- con el interés general de la población -la salud-.
En el presente caso, el Grupo Económico Antioqueño (GEA), propietario de Sura, al solicitarle las cuentas de sus gastos en salud y sus reservas técnicas, prefiere dejar el negocio.
La alternativa a esta situación está en la toma de conciencia por parte de todos los habitantes del país para impedir el engaño continuado y posibilitar su organización en movimientos sociales y populares fuertes que a través de su expresión permitan realizar las reformas que el país necesita.
Notas
[1] https://repositorio.unal.edu.co/bitstream/handle/unal/3027/05CAPI04.pdf?sequence=15&isAllowed=y
[2] El acuerdo se confirmó pasadas las 8 de la noche de este miércoles. En el comunicado, firmado por los principales gremios (Acemi y Gestarsalud) además de por las cabezas de las EPS Sura, Nueva EPS, Salud Total, Compensar, Mutualser y Coosalud EPS, se señala que presentan una propuesta que refleja una “transformación concertada”. “Naturalmente, esta propuesta de una nueva reforma a la salud será enriquecida con los aportes de los demás actores del sistema, especialmente pacientes, personal de salud, prestadores de servicios de salud, una vez sea presentada para su posterior debate en el Congreso”.
[3] https://www.youtube.com/watch?v=0b-k3r5JnH0&ab_channel=ElEspectador
[4] https://canal1.com.co/noticias/nacional/contraloria-eps-habrian-desviado-mas-de-9-2-billones-de-los-recursos-de-la-salud/
[5] https://canal1.com.co/noticias/nacional/nueva-eps-deudas-facturas-mas-de-5-billones-supersalud/
[6] https://www.noticiasuno.com/economia/sanitas-incremento-sus-gastos-administrativos-en-210-mil-millones-supersalud-habla-de-las-platas-perdidas/
[7] https://www.youtube.com/watch?v=6qojQhanKfI&ab_channel=ComunicacionesElQuijote.
[8] https://www.sur.org.co/la-crisis-de-la-salud-sigue-su-marcha-se-requiere-la-reforma/
[9] https://www.youtube.com/watch?v=kCfi95twzeo&ab_channel=ElEspectador
[10] https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/3027
[11] https://repositorio.unal.edu.co/bitstream/handle/unal/3027/03CAPI02.pdf?sequence=12&isAllowed=y
[12] https://repositorio.unal.edu.co/bitstream/handle/unal/3027/08CAPI07.pdf?sequence=1&isAllowed=y
[13] https://repositorio.unal.edu.co/bitstream/handle/unal/3027/11CAPI10.pdf?sequence=7&isAllowed=y
[14] https://repositorio.unal.edu.co/bitstream/handle/unal/3027/12ANEX01.pdf?sequence=4&isAllowed=y
[15] https://www.portafolio.co/economia/gobierno/quienes-son-los-congresistas-que-piden-archivar-la-reforma-a-la-salud-600429