POR OCTAVIO QUINTERO
La presidenta de la Federación Médica de Colombia (FMC), Ana María Soleibe, se hace cruces ante el informe de la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (ADRES) en el que revela un cartel de clínicas y hospitales fantasmas que vienen cobrando al sistema de salud cientos de miles de millones de pesos por “servicios prestados”.
La médica sostiene que se hace urgente la reforma a la salud que reposa en el Congreso a la espera de un trámite legislativo, frenado por reconocidos congresistas patrocinados por este corrupto sistema, liderado por las Entidades Promotoras de Salud (EPS).
Dice, al respecto, la Presidenta de la FMC:
“Resulta inconcebible que sectores del país, incluyendo gremios médicos, sociedades científicas y sectores de la academia, persisten en su rechazo, en lugar de exigir al unísono una auditoría forense que destape las raíces de la corrupción”.
La vocera médica también le cae al gremio de auditores que, necesariamente, tienen que ser cómplices de este billonario robo. “Es imprescindible -dice- imponer sanciones ejemplares para los responsables del fraude”.
Sobre este aspecto, vale el siguiente símil: así como sería imposible arreglar el tráfico vehicular de una ciudad, si los semáforos están dañados y desarticulados, se hace imposible sanear el corrupto sistema de salud si los auditores, que controlan la transparencia de las EPS, están inmersos en la corrupción (dañados y desarticulados).
Vale, también, esta última observación de la Presidenta de la Federación Médica de Colombia: “El sistema de salud no puede seguir siendo un espacio donde la corrupción, las mentiras y el oportunismo (político) encuentren terreno fértil”.