POR DIEGO OTERO PRADA
Sigue en Colombia alto el desempleo. La última encuesta de hogares del DANE de febrero así lo confirma. Esta es una noticia de años.
Las proyecciones sobre el crecimiento económico de Colombia de 2021 a 2025 muestran que, excepto un repunte en 2021 de una tasa de crecimiento entre 4,0 y 5.0 por ciento, la economía crecería a un ritmo promedio de 3.4 por ciento, tasa que no permite bajar suficientemente el desempleo. Las mismas proyecciones señalan que el desempleo abierto se mantendría por encima de 12.0 por ciento.
Pero no debemos seguir quejándonos de las altas tasas de desempleo y subempleo, de las iniquidades con las mujeres y los jóvenes y de la informalidad. No es hora de más lamentos sino de tomar acciones.
El principal objetivo de un gobierno es el pleno empleo, lo que no ha ocurrido nunca en Colombia.
El mito del déficit fiscal
Hay que acabar con el mito del déficit fiscal tan querido por los neoliberales y que impide implementar una política de pleno empleo. El déficit fiscal no es el problema. El gobierno tiene las herramientas para llevar a cabo una política osada de gasto público y para crear un programa de empleo para todos. Los estados se pueden endeudar o emitir. Los estados no son hogares y nunca quiebran.
Esto es una falsedad que han metido en la cabeza los economistas ortodoxos. Ya lo habían dicho Keynes, Abba Lerner, y ahora los post keynesianos y los exponentes de la Teoría Monetaria Moderna.
¿Se requiere una reforma tributaria?
El Gobierno de Iván Duque está vendiendo falsamente una reforma tributaria dizque para obtener recursos para disminuir el déficit fiscal y repartir unas migajas, pero favoreciendo siempre a los ricos.
Una reforma tributaria sí se requiere, pero para acabar con las inequidades que existen en que los ricos no pagan impuestos, y en que hay exenciones de todo tipo para el sector privado. No se requiere porque haya que disminuir el déficit fiscal sino porque hay que hacerla para mejorar la distribución de ingreso y riqueza.
Por otra parte, en épocas de recesión a nadie se le ocurre gravar a los estratos bajos y medianos. Ningún país en el mundo, excepto Colombia, está pensando en una reforma tributaria dizque para disminuir el déficit fiscal.
Hay que mirar a Estados Unidos que están que invirtiendo en todo y no se preguntan si el déficit fiscal va a aumentar. Por supuesto, que al comienzo aumentará, pero cuando crezca la economía llegarán ingresos que bajarán el déficit. Hoy la prioridad es crecer para crear empleo, no es el de disminuir el déficit fiscal o la deuda pública. Es que, en época de recesión, lo que se requiere es más dinero en las personas, no quitarles recursos, y aumentar el gasto público.
Solamente nuestros neoliberales extremistas, dirigidos por el ministro Carrasquilla y sus acólitos en los gremios, los centros de investigación del sistema tipo ANIF y Fedesarrollo, y en los supuestos expertos de las universidades dominadas por el pensamiento único creen en que hay que hacer una reforma tributaria para obtener ingresos y disminuir el déficit fiscal.
Diseñar e implementar un programa de empleo estatal
El gobierno tiene las herramientas paras crear una renta básica o, mejor, un programa de empleo financiado por el gobierno, en que se asegure empleo a todos los que lo requieran, a cambio de trabajos definidos por las autoridades como cuidado de personas, aseo de las ciudades, vigilancia y mantenimiento de parques y jardines, siembra de árboles, reforestación…, y de esta manera las personas beneficiadas realicen trabajos útiles para la sociedad.
Este debe ser un programa para un nuevo Congreso y otro gobierno que hay que vender a los electores para derrotar al sistema en los comicios parlamentarios de marzo de 2022 y las presidenciales de mayo. Pero se necesita gente de decisión, nada de tibios e indecisos y temerosos del establecimiento.
Todo esto es imposible con el actual gobierno y un Congreso dominado por reaccionarios de derecha y con los ortodoxos que hoy dominan al Estado, el ejecutivo, el legislativo, el judicial, el Banco de la República, el Departamento Nacional de Planeación (DNP), el Ministerio de Hacienda, buena parte de los centros universitarios controlados por la ortodoxia y los gremios que solamente piensan en cómo aumentar las tasas de ganancia de sus afiliados.
Romper con los mitos del déficit fiscal y del endeudamiento público
No van a hacer caso los que hoy gobiernan en Colombia. Un programa progresista, que cambie el modelo neoliberal, que tenga como objetivo el pleno empleo dentro de un ambiente de inflación controlada solamente se puede dar con nuevos partidos y autoridades nacionales y locales diferentes a las actuales.
No hay que caer en la trampa del déficit fiscal y del endeudamiento del gobierno nacional, que infortunadamente muchos supuestos heterodoxos entran en ese juego, mitos neoliberales que impiden crecer y tener políticas de pleno empleo.
Hoy más que nunca es una necesidad en Colombia el cambio progresista y la defensa de la democracia y la paz.
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