Verdades que ofenden: “Los beneficios del hambre en el mundo”

POR OCTAVIO QUINTERO

En 2008, George Kent, un académico estadounidense, experto en política económica, niñez y familia, derechos humanos, política alimentaria y nutrición, publicó en Chronicle, la revista de la ONU, un artículo titulado “Los beneficios del hambre en el mundo”. Su tesis se viralizó, ya que muchos medios y redes sociales, especialmente, interpretaron que la ONU estaba denunciando una política sistemática del hambre como estrategia de los ricos para incrementar sus riquezas, lo que llevó a la Organización a borrar el artículo, recién, el 06 de julio 2022, 14 años después.

Pero Kent tiene razón: la gente trabaja por comida. Si no somos más que animales racionales, no necesitamos que nos engañen con bocados de comida “premios” como educan los entrenadores a los animales, para comprender que si no vendemos nuestra fuerza laboral nos morimos de hambre. Kent decía que “… Nosotros, en los países desarrollados, a veces vemos gente pobre al borde de la carretera sosteniendo carteles que dicen ‘Trabajo por comida’. No está muy lejos su observación de la nuestra al encontrar profesionales en oficios varios rebuscándose la comida… Cuando vendemos nuestros servicios a bajo costo, enriquecemos a otros, a aquellos que poseen fábricas, máquinas y las tierras, y que prácticamente poseen a quienes trabajan para ellos”, concluía Kent su artículo, dramática e irónicamente.

Hace muchos años conocimos fundaciones de ‘pobres vergonzantes’ que pedían limosna para ayudar a gente que le daba pena mendigar. Desapareció el nombre, pero la actividad sigue: es lo que hace la Asociación de Bancos de Alimentos (BdA) que opera a nivel global, y que en Colombia se conoce como ABACO.

Quien comprenda la diferencia abismal que existe entre el desarrollo económico (la riqueza que produce el país), versus el desarrollo socioeconómico (esa misma riqueza pero mejor repartida), comprenderá, también, porqué Colombia es, con respecto a Latinoamérica, el país de mejor crecimiento económico en la actualidad pero, a la vez, el más desigual… Quiere decir que en este país, los ricos son cada vez más ricos, debido a la concentración económica en pocas manos, y los pobres cada más pobres, debido a la tremenda desigualdad. Un ejemplo, que por estos días es vox populi, es el salario de los congresistas, que cada uno gana en un mes, lo que un trabajador de salario mínimo en tres años; sin contar, obvio, sus privilegios legales, extralegales e ilegales (coimas).

Esta misma paradoja explica por qué el país tiene tan alto índice de pobreza, 39,3 % (19,6 millones de personas), dato porcentual que el DANE camufla en tecnicismos, como si esto ayudara a la gente pobre a comer lo suficiente para lograr una nutrición adecuada. Si la medición se hiciera sobre los ingresos del 90% de los trabajadores que ganan hasta dos salarios mínimos, contrastados con el costo de la canasta básica, la pobreza en Colombia nos abismaría. ¿Cuántas personas aguantan física hambre? En las mismas estadísticas camufladas del DANE se reconoce una “pobreza monetaria extrema” del 12,2 % (más de 6 millones de personas). Pero, sobre la misma consideración de ingreso familiar versus canasta básica, esta cifra resultaría sencillamente escandalosa.

El senador Iván Cepeda, el más característico líder de la izquierda colombiana, impulsor del Pacto Histórico que ganó la Presidencia con Gustavo Petro, anuncia la presentación al Congreso de un proyecto de ley contra el hambre “que buscará –dice- subsidiar alimentos básicos como la carne, el arroz, la leche y los huevos. Una ley destinada a millones de compatriotas quienes viven hoy en la pobreza”, añade… Si alguna iniciativa –agregamos- merece nota de urgencia del gobierno es este proyecto. Es más, hay tanta gente aguantando y muriendo de hambre (niños, niñas y adolescentes, y mujeres gestantes) que ameritaría, inclusive, declarar la emergencia alimentaria en Colombia.

Un reciente estudio dietético, obtenido a través de encuestas en Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y Cartagena, avala diez productos alimenticios con sus respectiva ración-mes como base nutricional de cada persona adulta: leche (10 litros); pan (5 kg); arroz (1,5 kg); huevos (20 unidades); queso (1 kg); pollo y carne (6 kg); frutas (6 kg); papa (10 kg); condimentos (1 kg) y verduras (8 kg). Pues, en plaza, tienda o supermercado estos 10 productos valen, más o menos, $322.950 mes. ¿Cuántas personas disponen de ese dinero para alimentarse; solo alimentarse? Son las cuentas que no hace el DANE y, sin embargo, el drama está presente en el día a día de la gente pobre cuyo estómago no entiende de vainas estadísticas.

No solo es Colombia: el más reciente informe de la ONU habla de 828 millones de personas con hambre en el mundo, lo que supone un aumento de 150 millones desde el brote de la pandemia de Covid-19. Las noticias nos informan de protestas en todos los países latinoamericanos; toda Europa… el mundo entero. Un dato aparte: Estados Unidos enfrenta una crisis de hambre y nutrición como ninguna otra que este país haya visto en generaciones. Hoy, 14 millones de niño(a)s se saltan comidas con regularidad.

Alguna relación tiene que haber entre pobreza + hambre y riqueza porque mientras la pandemia en el mundo incrementó los dos primeros ítems, los 10 hombres más ricos duplicaron su fortuna.

Fin de folio.- El cerebro de la oposición debe entrañar no solo su propia ideología sino desentrañar la del contrario.

@oquinteroefe

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