Contundente triunfo popular en Chile: histórica derrota de la derecha en elecciones para Constituyente

AGENCIAS /

La derecha no logró la cantidad de convencionales para tener poder de veto en la Convención Constitucional.

Divididas en dos jornadas debido a la pandemia de coronavirus, entre el sábado 15 y el domingo 16 de mayo se celebraron en Chile las elecciones en las que los ciudadanos eligieron a las 155 personas que serán las encargadas de redactar la nueva Constitución, que remplace a la actual, que está vigente desde 1980, aprobada durante la sangrienta dictadura de Augusto Pinochet. Pero los chilenos también eligieron a 354 alcaldes, 2.252 concejales y a los gobernadores de las 16 regiones del país. En este caso, habrá segunda vuelta en algunas jurisdicciones electorales. El caso más relevante de la jornada fue el triunfo de Irací Hassler del Partido Comunista como nueva alcaldesa de Santiago.

Esta jornada electoral constituye además un termómetro para medir lo que podría llegar a pasar en noviembre, cuando se escoja al nuevo mandatario chileno en reemplazo del deslegitimado pinochetista Sebastián Piñera.

Avance histórico de los sectores progresistas

Un paso histórico de la izquierda y las fuerzas antineoliberales con contundentes triunfos; tremenda derrota de la derecha; logros emblemáticos del Partido Comunista, el Frente Amplio, la Lista del Pueblo, y los sectores transformadores, resumen el resultado de las elecciones del pasado fin de semana en la patria de Salvador Allende y Pablo Neruda. Se volvió a comprobar que Chile cambió, que un Chile digno es posible. Los sectores de la derecha, la mal llamada Socialdemocracia y la Democracia Cristiana tuvieron que limitarse a analizar resultados que les fueron esquivos. La derecha no logró la cantidad de convencionales para tener veto en la Convención Constitucional. EL Partido Comunista y el Frente Amplio obtuvieron más votos que la ex Concertación, la alianza político-electoral de centro-derecha que gobernó por varios años, una vez culminada la dictadura pinochetista.

De los 155 convencionales constituyentes, 17 están reservados para los pueblos originarios y habrá paridad entre mujeres y hombres, por lo que la asignación de los cupos deberá esperar hasta que finalice el conteo. Los constituyentes deberán redactar una nueva Constitución en un período máximo de 12 meses, y cada norma deberá contar con la aprobación de dos tercios de la Convención. Tras este proceso, la nueva carta magna deberá ser puesta a consideración de la ciudadanía. Si es aprobada, será la nueva constitución, y en caso de ser rechazada en la votación, continuará vigente la actual.

Los datos también significan para el gobierno ultraconservador de Sebastián Piñera, pues quedó demostrado que la población demostró un tremendo rechazo a su gestión.

En octubre de 2019 se produjo la revuelta social protagonizada por el pueblo. Ahora fue el torbellino electoral también liderado por el pueblo chileno.

El Partido Comunista, el Frente Amplio, la Lista del Pueblo, candidaturas de independientes del mundo social y popular y otras fuerzas antineoliberales y de izquierda tuvieron sonados logros en la elección de convencionales, gobernadores, alcaldes y concejales. Este sector se convirtió en una fuerza altamente gravitante en el escenario político, social y electoral.

Apruebo Dignidad, la lista de delegados de esos sectores, será la principal fuerza política de la centro-izquierda en la Convención Constitucional. En consecuencia, estas expresiones progresistas a través de sus representantes  serán los protagonistas de la Convención Constitucional.

Con una participación cercana al 50% del censo electoral, estos comicios reconfiguran por completo el mapa político con la redacción de una nueva Carta Política que reemplace la heredada del pinochetismo con marcado acento neoliberal. Dicha reconfiguración da cuenta del desplome de los bloques históricos que marcaron la transición (Derecha y Concertación), dando paso a la consolidación de Apruebo Dignidad como el principal conglomerado político.

Dato relevante es que la derecha no alcanzó a obtener los votos para contar con poder de veto en la Convención Constitucional. Para ello tenía que alcanzar al menos un tercio de los puestos en la convención, equivalentes a 52 cupos. Le faltaron13 para esa posibilidad.

El desplome de la ex Concertación dejó cifras alarmantes para los “partidos del orden”, como por ejemplo, la Democracia Cristiana alcanza tan sólo 2 representantes, el Partido Por la Democracia 3 representantes y el Partido Radical tan solo 1.

El Partido Comunista y Revolución Democrática se configuran como los principales partidos del Apruebo Dignidad, alcanzado un empate técnico que puede variar entre los 7 u 8 representantes. Pero también pueden aumentar en la medida en que se consoliden los escrutinios.

La decisión en las urnas da cuenta de un pueblo consciente que está propendiendo por hace radicales cambios a la Constitución para cambiar el modelo neoliberal que ha evidenció sus fatales consecuencias durante la crisis del Covid-19 con la desigualdad brutal y el desconocimiento de los derechos fundamentales de la sociedad chilena.

En el gobierno, este resultado simplemente termina de sepultar a Piñera, pues constituye otro torpedo a sus políticos neoliberales y autoritarias.

Ahora los sectores progresistas y antineoliberales proyectan solidificarse para  alcanzar la Presidencia de Chile en las elecciones de noviembre de este año.

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