EE.UU.: fase ‘post-Ucrania’, desdolarización global y crisis de la deuda

POR ALFREDO JALIFE-RAHME

En la fase ‘post-Ucrania’ —donde fracasó la ‘contraofensiva’ de Kiev y en el seno de la Unión Europea se escenifican cambios dramáticos desde Eslovaquia hasta Polonia contra Ucrania, con la coincidente caída geoeconómica de Alemania—, en EE.UU., el líder antirruso de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, ha sido destituido por el clan Trump.

La humillante destitución de Kevin McCarthy, otrora líder muy frágil de la mayoría Republicana en la Cámara de Representantes, resume la secuencia de ingobernabilidad consustancial al modelo plutocrático y gerontocrático de Estados Unidos, en medio de una crisis económica en ciernes y la preocupante desdolarización global a un año de la crucial y definitoria elección de 2024.

Hasta el clintoniano británico, Edward Luce, del rotativo portavoz de la monarquía globalista neoliberal Financial Times, admite que existía un acuerdo secreto del presidente Biden, cada vez más catatónico, con Kevin McCarthy para promover sotto voce la estéril ayuda a Ucrania, paralizada en la Cámara.

El exlíder de la Cámara de Representantes de EE.UU., Kevin McCarthy.

El pacto secreto Biden-McCarthy sobre la ayuda solapada a Ucrania derivó en la revuelta de un puñado de legisladores republicanos encabezados por Matt Gaetz, de Florida.

Tanto la opinión pública como el mismo Partido Republicano prefieren ayudar a los pauperizados estadounidenses que a los despilfarradores ucranianos, cuando Ucrania es catalogada como “el país más corrupto de Europa”.

A mi juicio, tal es la realidad tras bambalinas del despliegue de la nueva correlación presupuestal de fuerzas en el Congreso, en la escenografía de la post-Ucrania, cuando el régimen ucraniano del comediante Zelenski se encuentra agónico.

En forma menos hierática, el legislador Matt Gaetz se confinó a enarbolar que la causa de la defenestración del malhadado McCarthy —quien alucinó al comparar a Putin con Hitler—, se debió al déficit anual de 2 billones de dólares al año, y a los 33 billones de dólares de deuda, al unísono del declive del dólar en las transacciones comerciales globales.

Matt Gaetz enfatizó que el “sistema BRICS” contribuye a la rápida “desdolarización global de la economía de EEUU” cuando en las noticias “la tendencia económica número uno en 2023 es la desdolarización global”.

En mi ensayo sobre las Tres desdolarizaciones, denominé al declive de las transacciones comerciales del dólar como ‘desdolarización soft’, en contraste con la ‘desdolarización hard’, donde impera en forma incólume el dólar como ‘divisa de reserva’, que será más difícil de desbancar, lo cual tomará mayor tiempo.

Joe Biden y su perro faldero, el fascista ucraniano Zelensky.

Hasta Robert Gates, anterior secretario de Defensa del Pentágono con el republicano Bush y el demócrata Obama, publicó un artículo reciente en Foreign Affairs, titulado ‘La superpotencia disfuncional ¿Puede un dividido Estados Unidos disuadir a China y a Rusia?’.

El conocido inversionista multimillonario, Ray Dalio, especialista en fondos de cobertura de riesgo —autor del libro seminal El orden cambiante: razones por las que los países tienen éxito o fracasan, del 2021, que subsume medio siglo de los mercados y las economías globales cuando confluyen condiciones económicas y políticas no vistas— comentó el ‘grave riesgo’ de la situación fiscal de EE.UU. que se encamina a una ‘crisis de la deuda’, en una entrevista a CNBC.

Sucede que los niveles de la deuda de EE.UU. se dispararon aproximadamente 50 % en el gasto federal entre 2019 a 2021, según el Departamento del Tesoro, en medio de la imparable alza de las tasas de interés y una incoercible inflación mezclada con el avistamiento de una inminente recesión.

La deuda nacional de Estados Unidos alcanzó 33 billones de dólares, que representan 122,8 % de su PIB, frente a 14 billones de dólares la Unión Europea, que constituyen 84,36 %, y 206.000 millones de dólares de Rusia,16,7 % de su PIB, cuya deuda es considerada una de las más bajas del mundo.

Más allá del bizarro suicidio de Greg Beckett, de 46 años, CEO de Wells Fargo, quinto banco de EE.UU., desde el piso 14 de un edificio en el paraíso fiscal de Wilmington, Delaware, se vislumbra que el año 2024 será fiscalmente volcánico cuando el Departamento del Tesoro tendrá que renegociar el plazo de 7,5 billones de dólares, que se encontraban prácticamente a tasa cero, debido a la fase de tasas de interés regaladas, y que deberá transmutar a una tasa presente de por lo menos 5 % anual cuando se han disparado las tasas a largo plazo de 10 años.

Sea lo que fuese, el caos cameral ha puesto en peligro el impopular financiamiento a Kiev en la fase post-Ucrania cuando la muy cacareada ‘contraofensiva’ del comediante Zelenski ha hecho agua.

@AlfredoJalife

Sputnik

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