Un recorrido por el tiempo: pioneras de la lucha sindical en Colombia

POR LUZ MARINA LÓPEZ ESPINOSA /

Betsabé Espinal, María Cano y Juana Julia Guzmán, así como las telefonistas de Bogotá y las escogedoras de café en el Viejo Caldas, simbolizan el liderazgo de las mujeres trabajadoras en la historia del sindicalismo en Colombia.

Betsabé Espinal, María Cano y Juana Julia Guzmán, pioneras de la lucha sindical en Colombia durante los comienzos del siglo XX.

En la agitada década de 1920, hubo una eclosión de movilizaciones por las precarias condiciones de trabajo y la explotación a las que estaban sometidas las trabajadoras en los diferentes campos de la industria. Hecho digno de destacar, las mujeres asumieron el duro reto de liderar esas movilizaciones.

Betsabé

Betsabé Espinal fue una de las principales pioneras del sindicalismo en Colombia. Nacida en Bello, Antioquia, en 1896. Escribió una gloriosa página como lideresa de las luchas sociales y sindicales.

Betsabé, una hilandera de la Fábrica de Tejidos de Bello, animó y lideró a sus compañeras para que el 11 de febrero de 1920 en medio de reclamaciones no atendidas por mejoras salariales, se tomaran las instalaciones de la empresa.  “Esta es una huelga –dijo– y no la levantaremos hasta que nos concedan la justicia que reclamamos…Y aquí nadie me entra”. ¡Qué tal el talante de esta sencilla e iletrada mujer!

El 9 de marzo, se levantó la huelga después de veinticuatro días, logrando para las cuatrocientas obreras aumento de salarios y mejoras en las condiciones de trabajo. Fue la primera huelga femenina en Colombia y, por ello, Betsabé es considerada la pionera del sindicalismo en Colombia.

Casi una década transcurrió para que de nuevo las obreras textileras se levantaran. El 17 de junio de 1929, ciento sesenta proletarias de la Fábrica de Tejidos Rosellón de Envigado, declararon la huelga exigiendo aumento del 20 por ciento en el salario, servicio médico gratuito y reconocimiento de medio salario a las enfermas. Pliego de peticiones que fue aprobado por los empresarios.

Huelga de telefonistas en Bogotá

La modernización industrial en las grandes ciudades trajo capitales y empresas extranjeras, y con estas los conflictos laborales derivados de la explotación y bajos salarios que era lo prevaleciente en las relaciones del trabajo en la época.

En Bogotá, en 1928, se realiza la primera huelga de telefonistas en The Bogotá Telephone Company, empresa inglesa. En esa etapa de consolidación del capitalismo nacional, igual a como había sido en las grandes metrópolis, la principal vía para ese fortalecimiento era la explotación al máximo de la mano de obra. La plusvalía que llamara Marx.

Varias telefonistas de Bogotá protestan en 1928 portando la bandera colombiana.

El pliego de peticiones, como siempre, trataba de condiciones de trabajo dignas, licencias pagas por enfermedad y descanso dominical. El 16 de junio se firmó el convenio que puso fin a la huelga y culminó con el cumplimiento de las peticiones de las huelguistas.

Escogedoras de café en el Viejo Caldas

El sorprendente florecimiento del cultivo del café en la década de 1930 en la región del Viejo Caldas, obligó la contratación de numerosas mujeres para el oficio de escogedoras del grano en las trilladoras, lugares que no cumplían requisitos sanitarios, donde eran encerradas y hacinadas en ambientes insalubres y horarios extenuantes.

Las protestas de estas trabajadoras, uno de los primeros movimientos sociales en esta región, tuvo la orientación de la gran María Cano y del Partido Comunista que como en todos los enclaves donde hay masas trabajadoras, tenía allí sus células.

En 1935, estalla el movimiento en Pereira, con una masiva participación de trescientas escogedoras, continúa en Santa Rosa de Cabal y luego en Montenegro en la trilladora La Libertad de La Gibson, empresa estadounidense. Y repercutió en Armenia, destacándose el liderazgo de Ana María Cardona, presidenta del Sindicato Único de Escogedoras.

La huelga de Montenegro fue brutalmente reprimida por la policía, resultando dos camaradas muertos, numerosos heridos y gran cantidad de detenidos objeto de proceso judicial.

La Flor del Trabajo

Activista política y agitadora socialista, María Cano acompañó el surgimiento de organizaciones sindicales, siendo cofundadora de la primera central única de trabajadores. Encabezó las luchas por los derechos civiles y laborales de la clase obrera, abriendo el camino de la resistencia social y política.

Fue pregonera de las ideas socialistas y antiimperialistas. Participó en la fundación del Partido Socialista Revolucionario y fundó el Socorro Rojo entre los campesinos de Viotá, a quienes orientó y apoyó en su lucha por la tierra.

María fue promotora de la participación política y sindical de las mujeres. La simpatía que despertó en la clase trabajadora llevó a que el Primero de Mayo de 1925 la bautizaran con el honroso título de La Flor del Trabajo.

Juana Julia Guzmán

Esta desconocida y portentosa mujer nacida en Corozal, Sucre, en 1892, tuvo una vida digna de ser rescatada en los estudios sociales y aún por los hacedores del arte. Recolectora de hoja de tabaco en las sabanas de Sucre, se ganó el apelativo de “la roba tierra” puesto por los hacendados, la prensa y los estamentos represivos, dado su liderazgo en las tomas de tierras, lo que le valió años de cárcel, amenazas, maltratos y desplazamientos.

Lideresa campesina y promotora de organizaciones de mujeres, se unió a diferentes luchas obreras y agrarias. Fue la primera y única presidenta de la Sociedad de Obreras Redención de la Mujer, integrada por lavanderas, cocineras, desempleadas y bailadoras de fandango como la famosa María Barilla.

Cuenta el sociólogo Orlando Fals Borda que cuando murió Juana en su humilde choza en Montería, se encontró en un baúl una carta de Lenin ─¡sí; del mismísimo Lenin!─ donde le hacía un gran reconocimiento a Julia por su inmenso trabajo y liderazgo en la lucha “por la tierra para el que la trabaja” y la difusión de las ideas socialistas en todo el Caribe colombiano.

Fue la inspiradora de lo que después sería la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (ANUC) que, no casualmente en las décadas del ochenta y del noventa del siglo pasado, tuvo una intensa actividad de recuperación de tierras en los departamentos de Sucre y Córdoba, epicentro de la lucha de Juana Julia, “la roba tierra”.

@koskita

Semanario Voz, Bogotá.