POR LUIS EDUARDO MARTÍNEZ ARROYO
Ante coyunturas como el discurso de Gustavo Petro en la 77 Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el pasado 20 de septiembre, aflora el fariseísmo a través de payasos como “Pacho” Santos, ideador del bloque Capital de los paramilitares, según lo confesó Salvatore Mancuso.
Para cuestionar lo dicho por el Presidente colombiano en torno a lo infructuoso de la guerra contra la cocaína, y el daño de la actividad extractivista minera, Santos afirma que no se pueden comparar las dos actividades porque la una es ilegal y la otra legal.
El chorlitismo -supongo que es una enfermedad que padecen los chorlitos- de Pacho lo hace rendir culto a todo lo que sea legal. Así, es entendible que defienda el extractivismo porque es legal, sin importarle los daños ambientales que ocasiona. Por eso, defenderá las guerras que declaran las potencias contra quienes se les oponen a sus designios imperiales, y hará lo mismo con la industria militar.
Guerra contra las drogas y apoyo a la minería legal (o ilegal), son dos actividades dañinas. Como ya se ha demostrado.
La primera además de su fracaso sirve para practicar la hipocresía, pues es ya vox pópuli que los millones de dólares provenientes del narcotráfico oxigenan y sacan a flote a economías como la colombiana, que ya en los inicios de los noventa del siglo XX se beneficiaba con el 4% del PIB que aportaban esos verdes.
Ambas producen daños ambientales, a Colombia le sirvió para enemistarse con Ecuador que la demandó por los perjuicios ocasionados en cultivos del vecino país.
La bonanza minero-energética durante Uribe se la tiró éste con sus amigos de los grupos económicos y le sirvió para que emergieran nuevos ricos, algunos muy cercanos a su entorno.
La oposición derechosa no tiene argumentos consistentes para criticar al Gobierno del Pacto Histórico, y así como la crítica de Santos, es también frágil la exposición de motivos de la insurrección del 26 de septiembre contra las reformas que Petro presentará al Congreso, la tributaria, por ejemplo.
Algo va de Duque a Petro en la ONU.
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